TERAPIAS

Terapia individual:
La terapia individual tiene como objetivo que la persona empiece a conocerse a sí misma, que aprenda a identificar sus fortalezas, debilidades y emociones. Durante el transcurso de la terapia vas a adquirir una serie de herramientas y recursos, vas a aprender a solucionar tus conflictos tanto internos como externos, consiguiendo el cambio y el crecimiento personal que te permitirán vivir la vida que quieres.

Terapia de pareja:
Las relaciones de pareja pasan por muchas etapas y momentos, en ocasiones no sabemos cómo afrontarlos y acabamos rompiendo la relación. Las parejas atraviesan diferentes situaciones como: celos, problemas sexuales, discrepancias en la educación de los hijos, mucho trabajo, agresividad, problemas con la familia, infidelidad, reparto de las tareas domésticas…, y en muchas ocasiones una falta de comunicación acusada lleva a un distanciamiento que les provoca mucho daño. La terapia de pareja es lo mejor para poder salvar una relación con problemas, atender esos asuntos ayudará a retomar el bienestar de ambos conyugues.

Terapia familiar:
Todas las familias, en algún momento de la vida experimentan algún momento de crisis o dificultad, que puede ser causado tanto por causas internas como externas a la familia, ésta puede tener una duración corta o larga. Además muchas veces los problemas se van incrementando y no disponemos de las herramientas para solucionarlos. En estos momentos la terapia de familia puede ayudar a plantear nuevas soluciones para fortalecer la unión familiar ante las crisis.

Entorno laboral y recursos humanos:
Es muy importante para nuestra salud biopsicosocial conseguir un equilibrio entre el trabajo y el ocio, evitando dejarnos llevar por la urgencia, la competitividad y la inmediatez.

El estrés laboral puede llevar a que la persona manifieste el tan oído síndrome de «burnout». Éste se caracteriza por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que trabajamos y hacia el propio rol profesional, nos puede llevar a manifestar síntomas de despersonalización, endurecimiento afectivo y sentirnos emocionalmente agotados.

La canalización adecuada de las emociones que genera el estrés laboral (ira, angustia, tristeza…) proporciona a la persona vías eficaces para solucionar los problemas que puedan surgir en el ambiente laboral. Desde la psicología podemos trabajar en una serie de estrategias y habilidades para conseguir compaginar de una manera funcional nuestra faceta profesional, personal y social.

A través del entrenamiento en habilidades sociales, podremos mejorar la expresión emocional. Aquellas personas que saben comunicar sus emociones suelen disminuir sus niveles de estrés y prevenir la aparición de trastornos asociados. Se trabajará el aprendizaje de técnicas de autocontrol, entrenamiento en asertividad y ensayo conductual, principalmente. Estas estrategias son especialmente importantes en el ámbito laboral puesto que la comunicación es la base para crear relaciones profesionales satisfactorias.